Ante la muerte de Emilio Botín.
Dicen que no está bien alegrarse por la muerte de nadie y quizás sea verdad, especialmente si se comprende que la desaparición de alguien como Botín no va a cambiar nada, pues ya están sus sucesores y todos sus iguales en otras entidades económicas e instituciones del Estado traba
jando para que todo siga igual que siempre. Pero aun así es inevitable sentir algo muy cercano a la satisfacción (por mucho que sea mitigada por la indignación ante el resto de las cosas que no han cambiado) saber que un personaje como éste, representante paradigmático de todo lo que aborrecemos desde CNT, ya no estará más entre nosotros.
Los compañeros del Sindicato de Telecomunicaciones y Servicios Informáticos de Madrid lo han transmitido muy bien, por ello os dejamos un enlace donde está su comunicado ante la muerte del magnate.
Para leer ver aquí.
